Los estudios han entregado datos clave para el estudio de la evolución del satélite natural de la Tierra.
Por Fabián Pizarro
Un equipo de investigación dirigido por científicos chinos ha mapeado la composición química de la superficie lunar con alta precisión, proporcionando así datos clave para el estudio de la evolución del satélite natural de la Tierra.
La química de dicha superficie es esencial para revelar características petrológicas que permitan comprender la evolución de la Luna.
El mapeo químico existente, basado en las muestras lunares recolectadas por las misiones Apolo y Luna, solo había conseguido revelar la evolución del satélite hasta hace unos 3.000 millones de años, omitiendo el período tardío crítico.
Sin embargo, se ha demostrado que las muestras traídas por la misión Chang'e-5 de China contienen información sobre la actividad volcánica temprana de hace unos 2.000 millones de años, al igual que de una composición material distintiva.
El equipo investigativo estimó con precisión el contenido de los elementos principales de la superficie del astro al combinar los datos de las muestras reunidas por Chang'e-5, Apolo y Luna, gracias a un modelo de inversión basado en aprendizaje profundo, explicó Yang Chen, profesor de la Universidad de Jilin.
Posteriormente, se creó un nuevo mapa de alta precisión y resolución de la distribución de la composición química de esa superficie, en el cual se reflejaban de manera rigurosa sus características.
Los investigadores también calibraron las unidades de basalto de los mares lunares jóvenes basándose en el contenido de los elementos recién calculados, lo que proporcionará datos confiables para estudios históricos de la actividad magmática y la evolución térmica en el período lunar tardío, como también para futuras misiones de retorno de muestras, indicó Yang.
El estudio fue realizado conjuntamente por la Universidad de Jilin, los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China, la Universidad de Trento en Italia, la Universidad de Islandia y otras instituciones chinas y extranjeras.
Ouyang Ziyuan, un destacado experto chino y primer científico jefe del programa de la sonda lunar de China, también participó en este proyecto.
Los resultados fueron recientemente publicados en la revista Nature Communications.
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