Los hallazgos fueron analizados por el rover Zhurong, vehículo robótico de la misión china Tianwen-1 en el planeta rojo.
Por Fabián Pizarro
Un análisis realizado por el rover Zhurong, vehículo robótico que forma parte de la misión china Tianwen-1 a este planeta, ha encontrado evidencias de agua líquida en las dunas del planeta rojo. Este avance, además, lo ha conseguido en latitudes marcianas bajas, hecho que demuestra que en la actualidad el agua sigue estando presente.
El estudio, encabezado por el profesor Qin Xiaonguang, del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, se ha publicado recientemente en ‘Science Advances’. El hallazgo se remontaría a un periodo de entre 1,4 millones y 400.000 años y supondría un salto evolutivo en relación a los cálculos planteados hasta la fecha.
La investigación exhibe imágenes y mediciones químicas del rover que sugieren que la fusión de pequeñas bolsas de agua congelada en aquel periodo formó varias grietas, agregados y otras características de la superficie de las dunas.
Por si esto fuera poco, en el posterior análisis de los datos espectrales, Quin Xiaonguang y su equipo demostraron que la capa superficial de la duna es rica en sulfatos hidratados, sílice hidratada (especialmente ópalo-CT), minerales de óxido de hierro trivalente (especialmente ferrihidrita) y posiblemente cloruros.
“De acuerdo con los datos meteorológicos medidos por Zhurong y otros rovers de Marte inferimos que estas características de la superficie de las dunas estaban relacionadas con la participación del agua salina líquida formada por el posterior derretimiento de la escarcha/nieve que cae sobe las superficies de las dunas que contienen sal cuando se produce el enfriamiento”, exhibió Xiaonguang en un comunicado .
Es decir, las sales en las dunas provocan que la escarcha/nieve se derrita a bajas temperaturas para formar agua líquida salada. Cuando el agua salina se seca, el sulfato hidratado precipitado, el óxido de hierro y otros minerales hidratados cementan las partículas de arena para formar agregados e incluso costras.
Acto seguido, la corteza se agrieta aún más por la contracción. El proceso posterior de derretimiento de la escarcha/nieve forma más crestas poligonales y un rastro en forma de tira en la superficie de la corteza.
Así lo han manifestado públicamente Xiaonguang y los investigadores, que han expresado su orgullo y satisfacción por haber sacado a la luz este hallazgo: “Esto es importante para comprender la historia evolutiva del clima marciano, buscar los entornos habitables y proporcionar pistas clave para las futuras búsquedas de vida”.
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