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Científicos chinos hacen posible la coevolución de la computadora cerebral por primera vez

Fabián Pizarro Arcos

Investigadores chinos desarrollaron la primera interfaz de computadora cerebral-ordenador con una eficiencia 100 veces a lo conocido hasta ahora.


Por Fabián Pizarro


Los investigadores chinos dicen que han desarrollado la primera interfaz de computadora cerebral-ordenador adaptable del mundo (BCI), aumentando la eficiencia 100 veces y acercando la tecnología un paso más hacia el uso práctico diario.


En un estudio publicado por Nature Electronics, los científicos dijeron que el sistema podría eventualmente integrarse en dispositivos BCI portátiles y wearables, por lo que lo hace adecuado para aplicaciones médicas y de consumo.


A diferencia de los BCI tradicionales, que decodifican las señales del cerebro, el avance permite que el cerebro y el dispositivo aprendan unos de otros, ofreciendo un rendimiento estable con el tiempo, según los investigadores de la Universidad de Tianjin y de la Universidad de Tsinghua.


Nuestro trabajo es el primero en introducir el concepto de coevolución cerebro-ordenador y demostrar exitosamente su viabilidad, marcando un paso inicial hacia la adaptación mutua entre la inteligencia biológica y la máquina, dijo el coautor Xu Minpeng de la Universidad de Tianjin.


La tecnología BCI data de la década de 1970 cuando los científicos mostraron por primera vez que las señales cerebrales podían ser grabadas y traducidas en comandos, permitiendo a los usuarios controlar las máquinas con sus pensamientos.



Un esquema de la interfaz de la computadora cerebral con la co-evolución decodificadora cerebro-memristor. Ilustración: Naturaleza
Un esquema de la interfaz de la computadora cerebral con la co-evolución decodificadora cerebro-memristor. Ilustración: Naturaleza

Mientras que la investigación temprana se centró en ayudar a las personas con discapacidades, los BCI de hoy se han expandido en una amplia gama de aplicaciones, desde dispositivos portátiles para juegos hasta control de drones manos libres.


Sin embargo, la naturaleza unidireccional de la tecnología ha hecho que los dispositivos BCI no hayan podido proporcionar retroalimentación que ayude al cerebro a ajustar y mejorar el control con el tiempo. Esta limitación a menudo hace que el rendimiento disminuya el uso excesivo.


 


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