La piel imita tres señales mecánicas que se encuentran en la piel humana.
Por Fabián Pizarro
Un equipo de científicos chinos ha creado la primera piel electrónica bioinspirada del mundo con una estructura en 3D que imita tres señales mecánicas que se encuentran en la piel humana.
Con su intrincada distribución en 3D, los receptores sensoriales de la piel humana perciben hábilmente las fuerzas y tensiones externas. Al imitar esta distribución espacial, investigadores de la Universidad Tsinghua desarrollaron una piel electrónica que replica la estructura de la piel humana, con su propia "epidermis", "dermis" y "tejido subcutáneo".
Esta piel electrónica es capaz de lograr la decodificación y percepción simultánea de tres señales mecánicas (presión, fricción y tensión) a nivel físico, según el estudio, que fue publicado recientemente en la revista Science.
"Un parche de la piel electrónica, comparable en tamaño a la punta de un dedo índice, está equipado con 240 sensores metálicos, cada uno de los cuales tiene un tamaño de 200 a 300 micras", explica Zhang Yihui, autor correspondiente del estudio.
"Su disposición espacial imita de cerca la distribución de las células receptoras táctiles dentro de la piel humana", agrega Zhang.
Los sensores acumulan señales que se procesan meticulosamente y posteriormente se refinan a través de algoritmos de aprendizaje profundo, lo que permite a la piel biomimética discernir la textura y los contornos de los objetos con una precisión notable.
El material exhibe una sobresaliente resolución de percepción de posición de presión de aproximadamente 0,1 milímetros, rivalizando con la sensibilidad de la piel humana genuina, de acuerdo con el estudio.
La piel electrónica tiene el potencial de integrarse en las yemas de los dedos de los robots médicos para ejecutar diagnósticos e intervenciones precisos en las primeras etapas. También se puede usar como una curita para ofrecer monitoreo en tiempo real de métricas de salud vitales, incluidas la saturación de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardíaca, según Zhang.
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