Las pruebas se realizaron en un conducto de 2 kilómetros de longitud en la provincia de Shanxi.
Por Fabián Pizarro
China concluyó con éxito la prueba de su tren de levitación magnética ultrarrápido (UHS), un sistema que promete alcanzar velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora.
Este avance, liderado por la China Aerospace Science and Industry Corporation (CASIC) fue llevado a cabo en un conducto de 2 kilómetros de longitud en la provincia de Shanxi, en el norte de China, utilizando un entorno de tubo de bajo vacío para minimizar la resistencia del aire.
El sistema, conocido como T-Flight, es un tren maglev (abreviatura de levitación magnética) que, a diferencia de los trenes tradicionales, flota sobre la vía utilizando la repulsión magnética, lo que elimina la fricción y permite una aceleración más eficiente.
El tren logró una navegación controlada, una suspensión estable y una parada segura, cumpliendo con los objetivos preestablecidos, según reportan medios chinos.
Los ingenieros también verificaron que el entorno de vacío a larga distancia y gran escala funcionaba correctamente, lo que es crucial para las futuras fases del proyecto.
Aunque los detalles exactos de la velocidad alcanzada en esta prueba no se han revelado –en esta prueba no se alcanzaron las velocidades máximas proyectadas–, el objetivo final del proyecto es nada menos que 1.000 km/h. Para poner esto en perspectiva, sería más rápido que la velocidad de crucero de un Airbus A320.
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