La sonda recogerá muestras de esta zona por primera vez en la historia de la humanidad.
Por Fabián Pizarro
La sonda Chang'e-6 de China se posó este domingo en la cara oculta de la Luna y recogerá muestras de esta zona raramente explorada por primera vez en la historia de la humanidad, anunció la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, siglas en inglés).
Apoyada por el satélite de retransmisión Queqiao-2, la combinación de módulos de alunizaje y ascenso de la sonda Chang'e-6 de China logró posarse con éxito en la zona de alunizaje designada a las 06:23 (hora de Beijing) en la Cuenca Aitken del Polo Sur.
Chang'e-6 consiste de un módulo orbitador, un módulo de retorno, un módulo de alunizaje y un módulo de ascenso. Desde su lanzamiento el 3 de mayo de este año, ha pasado por varias etapas, como la transferencia Tierra-Luna, el frenado cerca de la Luna, la orbitación lunar y el descenso para el alunizaje. La combinación de módulos de alunizaje y ascenso se separaron de la combinación de módulos de orbitador y retorno el 30 de mayo, según la CNSA.
La combinación de módulos de alunizaje y ascenso comenzó el descenso motorizado a las 06:09 horas. El motor principal con empuje variable se encendió y la combinación ajustó rápidamente su posición y se acercó gradualmente a la superficie lunar.
Durante el descenso, se utilizó un sistema autónomo visual de evasión de obstáculos para detectar automáticamente los obstáculos, con una cámara de luz visible que seleccionaba un área de aterrizaje comparativamente segura en función de la luminosidad y la oscuridad de la superficie lunar.
Luego, la combinación se mantuvo a unos 100 metros por encima de la zona segura de alunizaje y utilizó un escáner láser 3D para detectar obstáculos en la superficie lunar con el fin de seleccionar el lugar de aterrizaje final antes de un lento descenso vertical. A medida que la combinación se acercaba a la superficie lunar, apagó el motor y aterrizó en caída libre, protegida por un sistema de amortiguación.
La misión Chang'e-6 tiene la tarea de recolectar y devolver muestras de la cara oculta de la Luna, el primer esfuerzo de este tipo en la historia de la exploración lunar de la humanidad.
Este proyecto ha logrado un gran avance en la tecnología de diseño y control de la órbita lunar retrógrada y tiene como objetivo generar tecnologías clave de muestreo inteligente y rápido, así como despegue y ascenso desde la cara oculta de la Luna.
El lugar de alunizaje es un cráter de impacto conocido como la Cuenca Apollo, ubicado dentro de la Cuenca Aitken del Polo Sur. La elección se debió al valor potencial de la Cuenca Apollo para la exploración científica, así como por las condiciones del área de alunizaje, incluidas las condiciones de comunicación y telemetría y la llanura del terreno, explicó Huang Hao, experto espacial de la Corporación China de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC, siglas en inglés).
Huang agregó que el terreno en la cara oculta de la Luna es más escarpado que en la cara visible, con menos áreas planas continuas. Sin embargo, la Cuenca Apollo es relativamente más lisa que otras áreas en la cara oculta, lo cual es apto para el alunizaje.
El módulo de aterrizaje está equipado con múltiples sensores, incluidos sensores de microondas, láser e imágenes ópticas que pueden medir la distancia y la velocidad, e identificar obstáculos en la superficie lunar, indicó Huang.
Después del alunizaje, la sonda tiene programado completar la toma de muestras en dos días. Ha adoptado dos métodos para la recolección de muestras lunares, uno de ellos es el uso de un taladro para recoger muestras del subsuelo y otro la toma de muestras de la superficie con un brazo robótico.
De acuerdo con Jin Shengyi, otro experto espacial de la CASC, el equipo que desarrolló la sonda Chang'e-6 construyó previamente un laboratorio de simulación para garantizar un proceso de toma de muestras sin problemas.
Los miembros del equipo establecerán una réplica a escala real del área de toma de muestras con base en los resultados de la exploración de Chang'e-6 sobre el medioambiente, distribución de rocas y las condiciones del suelo lunar en torno al sitio de alunizaje. Utilizando la simulación, desarrollarán y verificarán las estrategias de toma de muestras y los procedimientos de control de equipo para garantizar la precisión de las instrucciones.
Debido a la obstrucción de la propia Luna, el período de la ventana de comunicación Tierra-Luna con la cara oculta de la Luna, aun con la ayuda del servicio del satélite retransmisor Queqiao-2, es más corto que el con la cara visible. Por lo tanto, el tiempo para la toma de muestras de Chang'e-6 se reducirá a alrededor de 14 horas, comparado con las 22 horas utilizadas por su predecesora Chang'e-5.
Durante todo el proceso de toma de muestras de Chang'e-5 se enviaron desde la Tierra cerca de 1.000 instrucciones. Para Chang'e-6, se espera que la cifra se reduzca a alrededor de 400 (Xinhua).
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